Hay un dicho que es bastante cierto y es que es de bien nacido, ser agradecido. Quique Sánchez Flores llegó al Sevilla Fútbol Club, cuando nadie quería venir punto Diego Alonso había estado dos meses sin ganar un partido y tenía a un vestuario muerto.
En apenas dos tres semanas, el técnico madrileño, ya le había pillado el truco al asunto y se había dado cuenta de cuáles eran los problemas que había en el vestuario y cuáles jugadores no deberían jugar ni un minuto más.
Hace aproximadamente ocho jornadas, el Sevilla Fútbol Club estaba virtualmente salvado y ha tenido un final de temporada más o menos tranquilo.
Pues parece que ese trabajo no ha sido valorado lo suficiente punto no solo porque no se va a renovar o no se va a seguir con Quique, sino porque la prensa se ha enterado antes de que no iba a seguir que el propio Quique y eso ha sentado bastante mal al técnico.