En los últimos días se han producido muchos cambios en el plantel del Sevilla FC, bastantes. Muchos futbolistas que no contaban para José Luis Mendilibar han emprendido otros caminos, Óscar Rodríguez, Idrissi, Tecatito, Papu…para alegría del de Zaldivar.
Además os hemos contado bastantes veces que el entrenador había pedido reforzar varias zonas del campo y hasta última hora de mercado e incluso ya con el mercado acabado, no se lo habían dado.
Quería tres delanteros, y no le vendieron a Rafa Mir al Milan a pesar de los deseos del jugador, tampoco le vendieron a Youssef En-Nesyri, y llegó un tercer delantero, Mariano Díaz, que encima ha gustado mucho al entrenador en la primera sesión.
También se le ha dado físico para el centro del campo con Soumaré, que aunque ha sido más una operación que Víctor Orta ha hecho por su cuenta y es su apuesta, se ha visto sorprendido por su físico y toque de balón.
Además pedía a gritos un central, al no convencerle Nianzou ni Gattoni, y ese central ha llegado con el mercado cerrado, y nada más y nada menos que Sergio Ramos.
El entrenador ha pasado de un estado de preocupación a una euforia contenida, ya que hay que ganar los partidos, que es lo más importante. El técnico nunca podría imaginar que entrenaría a Sergio Ramos.