En el día de ayer, el Sevilla Fútbol Club anunció oficialmente que su defensa, Nianzou, tenía que pasar por el quirófano tras no superar de forma total sus problemas físicos.
Podemos ya catalogarlo, sin riesgo alguno a equivocarnos, que estamos ante uno de los peores fichajes de la historia del Sevilla. Por rendimiento, por lesiones, por precio y por un salario brutal.
No podemos culpar a Víctor Orta, de un fichaje que hizo Monchi, al igual que Marcao, con el que García Pimienta no cuenta. Es cierto que el brasileño está teniendo más regularidad con las lesiones, pero cada vez que sale al campo transmite una inseguridad brutal…
Pero si podemos señalar al actual director deportivo del Sevilla, que en los dos años y medio que lleva aquí, no ha sido capaz de traer a ningún central para reforzar la defensa, viendo año tras año que estos dos jugadores mencionados con anterioridad no dan el nivel.
Kike Salas, es un futbolista para tenerlo en la plantilla, pero tampoco da una seguridad importante para que juegue todas las temporadas tantos encuentros. Gudelj sigue sin ser defensa central, y el único 100% válido es Badé.
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Ya no solo lo debemos señalar por no acertar con ninguno de los delanteros que ha traído, veremos a Akor Adams, pero la gestión del centro de la defensa también es lamentable. Recordamos que Sergio Ramos, no era santo de su devoción, y lo tragó José María del Nido Carrasco.