El Sevilla Fútbol Club jugará la semana que viene frente al Elche, en un encuentro que será importante para ir cogiendo puntaje, y separarse de los puestos de descenso.
La sensación a priori después de ver la planificación, es que la plantilla es muy limitada, han salido jugadores importantes como Badé o Lukebakio, en el caso del belga no ha venido ni siquiera sustituto.
Lo cierto es que ha habido errores evidentes en Antonio Cordón, y es que ha esperado demasiado y ha apurado para sacar el máximo dinero posible, y a última hora se ha visto obligado a vender a ciertos jugadores, por un precio menor al que realmente podrían tener.
También contaba con la salida de algún miembro de la plantilla, Iheanacho por ejemplo, que en el último momento ha tenido que ser rescindido, para que se inscribiera Alexis Sánchez.
El director de fútbol de Badajoz, tenía la idea de incorporar a un centrocampista más de perfil físico y también con buen trato de balón, pero primero se cayó la opción de Richardson y después la de Amrabat.
Todo ello por culpa de Álvaro Fernández, un cancerbero que inexplicablemente había rechazado muchas ofertas para continuar en España, que le aseguraban jugar, y también del extranjero.
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No tiene ningún sentido cuando económicamente eran mejores y encima el Sevilla le había comunicado que no iba a entrar ni siquiera en las convocatorias. El cabreo con el jugador es brutal porque tampoco quiere aceptar una rescisión de contrato.