El aficionado bético está decepcionado en estos momentos, triste y también muy enfadado. No es de recibo que un equipo hecho para estar en los puestos altos de la tabla, con jugadores de algo nivel como Fekir, Isco, Bakambu, Fornals, Abde…caiga en Europa League en un grupo con Rangers, Sparta de Praga y Aris de Limassol.
Menos aún que antes incluso de ir a Conference League, en el Playoff, no seas capaz de eliminar a un equipo tan limitado como el Dínamo de Zagreb, perdiendo en el Benito Villamarín y empatando en el Maksimir.
En una decepción como esta, los focos se ponen en muchos sitios, no solo hay un culpable. La dirección deportiva, los directivos, el cuerpo técnico, los jugadores… Todos tienen parte de culpa.
El respirar general en el beticismo es que Manuel Pellegrini es el artífice de este Betis competidor en estos años que lleva en la capital hispalense, pero hay ciertos sectores que también cuestionan muchas decisiones del Ingeniero, sobre todo en la confección de la lista europea.
La idea del club, es que Pellegrini siga en la entidad, hay una buena relación con él, a pesar de que, como en cualquier relación, existen fricciones y puntos en los que están en desacuerdo. En ningún caso el Betis romperá la relación contractual con el entrenador chileno.
Pellegrini ha mostrado en todo momento, un compromiso total con la entidad, está feliz en Sevilla, su familia también, satisfecho con el salario que tiene en el Betis, pero siendo conscientes de que hay ofertas millonarias procedentes de Arabia Saudí, en una aventura que más de una vez ha comentado que es interesante:
«Hubo una oferta con papel desde Arabia, sí. Era de mucho dinero. Hace varios años, me llegó una oferta de China y me ofrecieron transformar un club por completo. Hicimos el plantel, el campo de entrenamiento… era una buena oferta económica y una oferta cultural que era importante porque me permitió conocer China, Japón o Vietnam».
«La diferencia es que ahora no estaba libre. Arabia me entusiasmaba bastante, es un mundo distinto. Dudé mucho. Pero el cariño que siento en el Betis es como en Málaga. No hubiese sido leal de mi parte. Me llamaron, pero no quería romper un contrato. Sentía que no era el momento de irme aunque estaban dispuestos a pagar la cláusula».
Cómo hemos comentado, ninguna de las partes querría acabar mal su relación y la intención en principio es que siga todo lo que le queda de contrato, aunque en el fútbol nunca se sabe.