El Real Betis Balompié ganó ayer su partido frente al Ludogorets. Lo cierto es que Manuel Pellegrini se permitió hacer muchísimas rotaciones. Antony por ejemplo no jugó ni un minuto.
Ha hecho una entrevista recientemente con ESPN Brasil, contando lo mal que lo pasó en Manchester, el verano pasado, donde no fue respetado como persona ni como trabajador, antes de firmar por el Betis:
«Fue un período un poco difícil. Llegué el 14 de julio y entrené por separado durante más de un mes. Fue una época realmente difícil. Da un poco de miedo que las cosas no salgan bien, y el acuerdo se cerró el último día del mercado de fichajes. Más de 40 días en un hotel, mi padre y yo, entrenando a las cinco de la tarde mientras el grupo entrenaba por la mañana. Fue un momento para poner a prueba mi paciencia y mi fe”.
«Tengo una conexión muy fuerte con Dios en lo que respecta a esto. Sabía que sucedería en algún momento. Por muchas dudas o miedos que tuviera, sabía que algo bueno sucedería. No digo ‘infierno’, porque creo que todo es preparación, todo es un proceso. Soy el hombre y el padre que soy hoy, así que estoy agradecido por las cosas difíciles que pasé, incluso en Inglaterra. Me siento mucho mejor persona. Es un proceso de la vida, y estoy muy feliz de estar aquí hoy, como jugador del Betis. Me siento muy feliz de haber pasado por este proceso, porque sé que me ha ayudado a madurar. Dios me da las armas necesarias para lucha».
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«No voy a mencionar nombres aquí, pero creo que hubo un poco de falta de respeto, un poco de mala educación también, nadie me dio los buenos días ni las buenas tardes. Ni siquiera eso. Pero bueno, eso ya es cosa del pasado, no voy a darle mucha importancia a esas cosas. Ahora estoy aquí, en el Betis, vivo aquí, y eso es lo más importante para mí».