Los aficionados béticos terminaron el domingo muy contentos, con la victoria de su equipo en Cornellá, aunque es cierto que en los últimos minutos del encuentro, hubo bastante tensión.
Pau López salvó al equipo de perder dos puntos, y es que el colegiado del partido había decidido pitar un penalti bastante dudoso de Valentín Gómez a Leandro Cabrera.
El central del Real Betis recibió un empujón por parte de Roberto, delantero de los pericos, que hizo que perdiera un poco el equilibrio y terminó golpeando la cara del uruguayo.
Todos los miembros del banquillo estaban muy enfadados, incluso Manuel Pellegrini confesó tras el partido que no quería ver el penalti, porque sabía que si lo marcaba iba a ser expulsado por el cabreo que tenía.
Un futbolista que también estaba en ese banquillo, y que lo va a seguir ocupando mientras que juega en el Betis, es Chimy Ávila, que aunque tuviera la oportunidad de jugar ante el Ludogorets, no cuenta para el futuro.
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Tiene decidido que en el mes de enero, va a emprender otra aventura donde pueda gozar de más posibilidades de jugar, y uno de los equipos más interesados en llevarse al atacante ex de Osasuna de Pamplona, es la Unión Deportiva Almería.