Como suele ocurrir en el mundo del fútbol, el entrenador que llega a nuevo a un club, recibe los halagos de todos los jugadores de la plantilla, el famoso peloteo.
Sin embargo ocurre todo lo contrario con el técnico que ha sido despedido o que tenían en el pasado. Se empieza a filtrar que no gustaban sus métodos, que sus entrenamientos no eran exigentes, que tenía jugadores de defenestrados sin motivo…
Marcao fue el encargado de hablar en la ofrenda floral a la Virgen de los Reyes, no el presidente, sino un futbolista que en las temporadas que lleva en Nervión, no ha jugado prácticamente nada.
El brasileño recalcó que había bastantes diferencias entre García Pimienta y Matías Almeyda, recalcando que había sido futbolista y que conocía como funcionaba la cabeza de los jugadores:
«Para mí, la diferencia con el año pasado es muy simple: ahora tenemos un entrenador que ha jugado al fútbol y que no sólo entiende de fútbol, sino también de lo que pasa por la cabeza de los jugadores. Este cambio es algo positivo y nos da tranquilidad. A mí no me gusta hablar de esa etapa, que está pasada y ya no va a volver».
García Pimienta ha reaccionado rápidamente en una entrevista donde le han preguntado por esto, mandando un recadito a esos jugadores que aprovechan una destitución para clavarte el puñal:
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«El futbolista, y yo lo he sido, somos egoístas y queremos jugar. Normalmente, quieren tener su opción, pero hay jugadores que agradecen lo que haces con ellos aunque no jueguen, aunque también hay otros están esperando a que te vayas para meterte el puñal».