José María del Nido Carrasco, es presidente del Sevilla, simplemente porque los accionistas lo quieren, aunque ya hasta diferentes miembros del Consejo de Administración, le han ido quitando poderes en las decisiones.
Está más que demostrado que el presidente y también los que lo rodean, están inhabilitados para dirigir una entidad tan importante y grande como el Sevilla Fútbol Club.
Como suele ser habitual, el presidente miente a los aficionados, y también lo ha hecho con el asunto de la posible venta. Se están produciendo avances y movimientos en relación a un cambio importante en el club.
La Tercera Vía, conformada por los exitosos empresarios Antonio Lappì y Fede Quintero, van avanzando para hacerse definitivamente con la entidad, pero evidentemente no es un camino de rosas, hay ciertas dificultades.
Según adelantan los compañeros de orgullo de Nervión, hay diferentes inversores que están interesados en el club, la llegada de gente con más dinero, provocaría que tuvieran que hacer un mayor desembolso.
Las familias con acciones, hacen una valoración de la misma bastante elevada en comparación con el valor real que tiene cada una de ellas en el mercado.
Los rumores que llegan, están relacionadas con que piden casi 3.000 euros por acción mientras que la cantidad ofrecida por la Tercera Vía es de 1.500 euros, la mitad.
Como bien desvelan los compañeros de ‘VamosmiSevilla’, no existe una buena relación entre José María del Nido Benavente y Lappì, que estuvieron varios años compartiendo espacio en el Consejo de Administración y terminaron con bastantes conflictos.
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La relación con Fede Quintero es bastante más buena, y es la persona que estaría llevando las negociaciones. Hay personas importantes dentro del propio consejo de administración, que están convencidos que la solución más fácil, es llegar a un acuerdo y vender las acciones de forma definitiva, sienten que la presión social les asfixia.
Lo bueno de todo este asunto, es que José María del Nido Carrasco, no tiene ni voz ni voto, ya que tiene un número de acciones residual. Lappì y Quintero tienen por detrás varios fondos de inversión muy potentes.