En el club están tremendamente nerviosos, todo el mundo duda de todo el mundo, y la capacidad de José María del Nido Carrasco está en evidencia por parte de gente que le apoyó en su momento.
En estos días están saliendo noticias en la prensa en relación a posibles despidos y destituciones, además de la búsqueda de los culpables de la situación.
Ignacio Navarro, psicólogo del presidente y actual director de estrategia y desarrollo corporativo del club, va a ser despedido, todo indica que otro hombre de confianza de Víctor Orta, Alberto Cordero, también podría ser cesado.
Se contrató a Joaquín Caparrós, para evitar que la afición pitara al Consejo y gritara Junior dimisión. Se filtró información maligna para dejar mal a García Pimienta y que estuviera señalado.
Pero nada de eso sirve en absoluto. El aficionado sevillista no es tonto, sabe perfectamente quién es el culpable de esta situación y a quién debe señalar por encima de todo, al presidente, José María del Nido Carrasco.
No podemos dejar a un lado, a esas familias, que son cómplices de lo mal que va el club, que no hace absolutamente nada y que cuando se les pregunta por el precio de sus acciones, piden muchísimo dinero, cantidades completamente fuera de lo que realmente valen.
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No podemos dejar al margen, la labor del director deportivo, que podemos catalogarlo sin equivocarnos, como el peor de la historia. Tampoco a Pepe Castro, que ha estado muchísimos años de presidente, y que ahora vive tranquilo, pero cobrando medio millón de euros por hacer, no se sabe bien el qué…